Huchas: una especie en peligro de extinción

Agustín Pérez, director de Ágora Social

Las huchas (alcancías en América) que recogen dinero en metálico, sobre todo aquellas colocadas en establecimientos comerciales, están abocadas a desaparecer. Irremediablemente. Porque el propio dinero se esta desmaterializando. Cada vez más empleamos las transacciones electrónicas.

En muchos supermercados veo a gente pagando no ya con la tarjeta bancaria, sino también con un smartphone. El gesto de sacar billetes o monedas de la cartera o monedero es cada vez algo propio de las personas mayores, que aún no se han adaptado la sociedad contactless. En China el 85% de las transacciones se han desmaterializado.

¿Qué van a hacer las ONG que colocan huchas o realizan cuestaciones por la calle?

Podrían sustituir los clásicos recipientes por huchas electrónicas, que consisten en una tablet con una aplicación para la donación incrustadas en un soporte para los casos en que colocan en un establecimiento. Pero albergo serias dudas de que sea un sustituto eficaz. Uno de los incentivos para depositar unas monedas en una hucha, más allá de nuestra simpatía por la causa, es la recompensa que nos proporciona aligerar nuestros bolsos y bolsillos del pesado metal. Sobre todo de las pequeñas monedas cuyo valor despreciamos.

Los micropagos para la compra de productos cotidianos como el pan o un billete de autobús van a extenderse con la generalización del uso del monedero electrónico. Aunque su implantación aún sea un tanto lenta, creo que terminará por imponerse.

Estos nuevos usos harán que cada vez menos personas lleven dinero físico encima. Así que tendrán una buena excusa para librarse del voluntario que se les acerca con la hucha y no podrán dejar esas molestas monedas que no aprecian cuando vayan a una farmacia o a un bar.

Ahora estamos elaborando la estrategia de captación de fondos para un cliente que recauda todos los años varias decenas de miles de euros mediante huchas fijas, pero que asiste al declive de la recaudación. Vamos a tratar de idear alternativas eficaces a esta desmonedización.

Dos soluciones innovadoras

Déjame que te muestre dos acciones nos inspiran para encontrar soluciones innovadoras, aunque no con tan sofisticado despliegue tecnológico.

En un primer y espectacular ejemplo de solicitud de donaciones para combatir el racismo, vemos el uso de un soporte interactivo de publicidad exterior que permite el pago con tarjeta.

Y en este otro, la tradicional hucha ha sido sustituida por ¡una silla conectada a Internet!

Si plataformas como Change.org popularizaron el llamado «activismo perezoso» (slacktivism), ahora podemos encontrarnos ante la «donación perezosa», que se ejerce con solo colocar nuestras posaderas sobre tan inteligente asiento.

La revolución digital en la que estamos inmersos nos deparará sin duda otras reconversiones sorprendentes de objetos tradicionales. Debemos adaptarnos más pronto que tarde a los nuevos usos si no queremos que la captación de fondos pierda el tren de la digitalización de nuestra sociedad.

¿Necesitas adaptar y actualizar la forma en la que tu organización recauda fondos? En Ágora Social podemos ayudarte. Contacta ahora con nosotros.

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