¿Está tu organización preparada para hacer una campaña de captación de fondos?

Agustín Pérez, director de Ágora Social

Conviene realizar una o más campañas al año para no depender solo de la obtención de ingresos «por goteo». Una campaña puede abrir el grifo de la recaudación, proporcionar un flujo abundante de fondos en pocos meses. Aunque antes tienes que comprobar que tu organización reúne las condiciones para hacerla.

La primera condición es tener suficiente tiempo para prepararla. La improvisación, estimulada por una situación financiera acuciante, es el principal motivo de fracaso. Hay que planificarla, aunque dejando margen para alterar los planes en el transcurso de la misma para aprovechar oportunidades que surjan.

Hay que ser creativos.

O tener dinero para pagar esta capacidad. Porque buena parte del éxito de la campaña depende de que tenga un concepto creativo acertado y sobresaliente. Este concepto es una idea central, una suerte de visión, que impregna y unifica todas las actividades, capaz de aglutinar las voluntades de todos los potenciales donantes. Yo diría que la creatividad es más importante que los medios económicos que se invierten en la campaña.

Hay que contar con un liderazgo implicado.

Cuanto más ambiciosos sean los objetivos de la campaña, más fuerte ha de ser el apoyo del equipo directivo al completo y en ocasiones también del órgano de gobierno. No solo para que goce de suficiente legitimidad interna, sino también para obtener la colaboración práctica de los diferentes departamentos. He asistido a campañas que se han malogrado en un ambiente de «esto no va conmigo» entre el personal de la organización y el insuficiente empuje de la dirección. Incluso he encontrado casos de resistencia opositora por parte de algunos miembros del personal.

La dirección tiene que ser consciente de que una campaña de captación de fondos supone un gran esfuerzo, por lo que se requiere que el personal esté bien motivado y fresco. Tiene que estar dispuesta a poner los recursos necesarios, particularmente los económicos, ya que una campaña fácilmente puede suponer que un 10 o 20 %  del objetivo de recaudación se tenga que gastar de forma directa en ella (sin contar el coste indirecto del personal involucrado). Puede que tenga que contratar alguna persona más o apoyarse en servicios profesionales externos.

En definitiva, acudiendo a un símil militar, antes de emprender una campaña evalúa si tiene un objetivo capaz de federar a tu ejército y a tus aliados externos, revisa si está bien equipado, si tiene la moral alta y está descansado, si tiene suficiente respaldo financiero para reforzar sus recursos si es preciso… Y, por supuesto, planifica la operación con el mayor detalle posible, incluso con medidas de contingencia por si las cosas no marchan como se previeron.

Te enseñamos cómo planificar una campaña de captación de fondos, ilustrada con un caso de éxito, en este seminario.