¿Qué puede aportar el voluntariado a la captación de fondos?

Por Agustín Pérez, director de Ágora Social

Muchas organizaciones no se plantean la posibilidad de reforzar la labor de captar fondos con personal voluntario. Y las que lo hacen, a menudo desaprovechan una buena parte de su potencial asignándole tareas auxiliares de escasa cualificación que limitan mucho su aportación.

Cierto es que la gestión del personal voluntario consume bastante tiempo. Pero si se es selectivo en su reclutamiento y se encuentra a personas útiles para llevar a cabo actividades de importancia, pueden ayudar a incrementar significativamente la capacidad para recaudar fondos.

Cubrir capacidades que faltan

El voluntariado puede proporcionar un repertorio de habilidades, de conocimientos y de contactos de los que no dispone el personal contratado. Se trata de buscar expresamente a personas que cubran las capacidades que faltan. Se puede tener la suerte incluso de encontrar personas no ya preparadas, sino verdaderamente talentosas.

Cuando me hice cargo del programa de captación de recursos de Amnistía Internacional – España estuve los primeros años trabajando prácticamente solo, tratando asuntos sobre los que no tenía mayor conocimiento ni experiencia. Al cabo de algunos años me rodeé de un grupo de voluntarios que se movía en el mundo de la música, dos de ellos cantantes, y de la pintura. Sin su ayuda hubiera sido incapaz de organizar un concierto para 2.000 personas, de sacar al mercado una serie de discos recopilatorios o de organizar una lucrativa venta de grabados. No solo me ayudaron a llevar a cabo estos proyectos, sino que fueron protagonistas en su concepción.

Hay también voluntarios que no tienen un conocimiento experto, pero sí una valiosa agenda social. Están bien relacionados con personas de alta capacidad económica o que pueden decidir apoyar a tu organización con recursos de importancia. Pueden conectarte con directivos de empresa, con artistas o responsables de importantes fundaciones.

Voluntariado entre la base social

Sea cual sea su cometido, la clave es proporcionarles una función en la que sientan que pueden aportar algo valioso, hacerles partícipes en el diseño de los proyectos y concederles amplia autonomía operativa para ejecutarlos. Como personas cualificadas que son, tienen que ver que su opinión cuenta y que gozan de nuestra confianza para realizar su trabajo sin que tengamos que guiarles en cada paso que dan. Constituyen una fuente de ideas frescas que favorece la innovación.

En primer término, se pueden buscar tales voluntarios entre la base social. Basta mirar la profesión de cada afiliado o, si son demasiado numerosos, buscar en la base de datos quiénes se dedican a la que nos interesa. Una vez que tenemos un núcleo de colaboradores, no es difícil que estas personas recluten a otras conocidas de su mismo ámbito social y profesional. También se puede recurrir a anunciar estos puestos de voluntariado en medios especializados, como son los sitios web de oferta y demanda de trabajo voluntario. Y comunicar vuestras necesidades a través de los perfiles institucionales en medios sociales, particularmente en los de índole profesional, como Linkedin.

Es necesario entrevistar en profundidad a los candidatos antes de admitirlos en el equipo, en especial para tratar de conocer sus verdaderas motivaciones y comprobar que no se trate de falsos voluntarios, personas que ocultan tras su ofrecimiento la expectativa de conseguir un trabajo remunerado.

Orientación y formación

Una vez que han subido al barco, conviene proporcionarles una orientación general sobre la organización (sus principales programas, sus valores y estilo de comunicación, sus necesidades de recursos, su organización interna, etc.), así como la formación específica que se considere necesaria para el correcto desempeño de su cometido.

Un voluntariado cualificado y bien formado puede constituir una pieza clave del equipo de captación de fondos. Sobre todo en esta época en que muchas personas desempleadas pueden querer mejorar su formación a través de la experiencia práctica o simplemente hacer algo útil para mantenerse ocupadas. Y puede ser una buena solución para superar el obstáculo de las restricciones presupuestarias que impiden ampliar el personal contratado porque no se quieren engordar los gastos de estructura.