No es un consultor todo lo que reluce
Feb 18, 2021Agustín Pérez, director de Ágora Social
Hace unos días hablé con una persona que necesita encontrar financiación para un proyecto social de bastante envergadura. No consideré que nuestra empresa pudiera ayudarle en esa fase del proyecto y le di la referencia de dos que pensé que podrían ser más idóneas. Me dijo que había encontrado en Internet otra empresa a la que iba a solicitar información, que yo no conocía.
Picado por la curiosidad, visité su web. Tiene bastante prestancia. Sin embargo, no dice nada acerca de quién la ha fundado y con qué equipo cuenta. Así que busqué su rastro en Linkedin y, para mi sorpresa, vi que su cabeza visible carece de conocimientos y experiencia en captación de fondos, a pesar de que ofrece servicios en este campo.
Cuando una organización, sobre todo una con escasos recursos, se decide a ponerse en manos de un consultor porque no sabe por dónde empezar a recaudar fondos o porque han fallado todos sus intentos, se juega mucho en la elección del profesional. Por este motivo, aquí van algunos consejos para minimizar riesgos:
- Examina a fondo su sitio web y comprueba que expone su bagaje profesional y, si lo hay, el de su equipo. No te conformes con tópicos del estilo «somos un equipo interdisciplinar con amplio conocimiento…»
- Si no publica una relación de los clientes con los que ha trabajado, tal vez porque acaba de lanzarse al mercado, conocer su experiencia profesional es fundamental para establecer su credibilidad.
- Su currículo, incluso si no es inventado o está magnificado, no es garantía suficiente. Lo normal es que tenga un blog o, más raramente, un canal de podcast o de vídeos. Tómate el tiempo para escrudiñar estos contenidos y apreciar cuál es su grado de conocimiento. Busca en Google para ver si ha publicado o cuenta con referencias en otros sitios.
- Aunque la persona o equipo sean competentes, hay que valorar además si tienen el perfil idóneo para la clase de ayuda que necesitas. Es raro que una persona o empresa sea capaz de cubrir todas las facetas de la captación de fondos, disciplina muy compleja. Así que, además de analizar lo que publica, solicita una reunión para exponer tu proyecto y que te explique cómo piensa enfocar su ayuda.
- Además de su experiencia, también cuentan su forma de ser y sus habilidades. Para ciertos trabajos, puedes necesitar a una persona cálida y cercana o que proyecte gran autoridad aunque resulte un tanto distante. Junto con el conocimiento, también pueden contar otras capacidades como el tacto, la empatía, la aptitud para trabajar en equipo, la paciencia para trabajar con personas poco versadas, etc.
- Tras la reunión, debe enviarte una propuesta de colaboración suficientemente detallada en la que exponga qué ha entendido acerca de tus necesidades, cómo enfocaría el trabajo, qué alcance tiene su servicio, quién lo ejecutará y por cuánto dinero.
- Si en esta propuesta no te ofrece referencias, pide que te las dé. O pregunta directamente a las organizaciones con las que ha trabajado, según señala en su web.
- Por último, habla con dos o tres empresas para comparar lo que te ofrecen. Eso sí, asegúrate que les explicas lo que necesitas de idéntica manera para que su oferta técnica y económica sean comparables.
Toda precaución es poca cuando de resolver un problema se trata. Pueden marcar la diferencia entre ponerse en manos de un médico o de un curandero.
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