Cómo las ONG pueden generar conversación en las redes sociales

Por Mar Andrades, consultora en Ágora Social.

Las ONG tienen la oportunidad de ampliar su impacto cambiando la forma en la que hacen uso de las redes sociales. La generación de conversación en estas plataformas no solo permite darse a conocer, sino que también establece conexiones (y estas deberían ser de calidad) con una audiencia muy diversa. Ya no es suficiente con publicar contenido, es necesario estimular a los usuarios para que se comprometan con la causa, pero ¿cómo podemos hacerlo?

Concienciación

Uno de los primeros pasos en la generación de conversación es la concienciación. Dar a conocer realidades y causas puede ser un catalizador para que las personas se involucren.

Medir la concienciación puede hacerse a través de varios indicadores, como el aumento de contactos en la lista de correo electrónico, el crecimiento de seguidores en las redes sociales, un tráfico más elevado y una mayor actividad en la web, como la descarga de material o la cumplimentación de formularios.

Además, puedes observar la respuesta ante temas específicos para medir este parámetro. Por ejemplo, si estás intentando concienciar sobre un tema concreto, ¿hay más tráfico en tu web en las páginas sobre ello? ¿Hay más personas que hacen clic en tus correos electrónicos o interactúan con las publicaciones de ese tema en las redes sociales?

Un ejemplo podría ser la publicación de datos y estadísticas por parte de una organización que lucha contra el sinhogarismo sobre las personas que viven en la calle en el país y sus causas. Esta sería una forma que muestra la magnitud del problema que la entidad intenta resolver y el primer paso para llamar la atención del usuario.

Sensibilización

La presencia de tu ONG en las redes no puede limitarse a dar información, sino que debe crear un impacto emocional que resuene en las personas. Las historias personales son la mejor herramienta. Al compartir testimonios auténticos, tu entidad tendrá más facilidad para establecer una conexión real con el público. Cuando las personas se sienten conmovidas es probable que quieran saber más, contribuir a la solución y difundir el mensaje.

Echa un vistazo a la historia de Rosa en el perfil de Instagram de HOGARSÍ. ¿Emociona o no?

Interacción

Una vez que las personas conocen la causa y han conectado emocionalmente con ella, buscan formas de interactuar con las historias que les has contado.

Las historias convincentes no solo generan interés, sino que también crean un sentido de pertenencia. La organización debe fomentar este compromiso definiéndolo en función de su audiencia. Esto puede incluir compartir experiencias personales, contestar a preguntas o unirse a eventos. La interacción no solo es unidireccional, también implica crear una comunidad activa y comprometida en torno a la causa.

Un ejemplo para incitar a crear diálogo es hacer preguntas a los usuarios, como: ¿Qué iniciativas crees que podrían marcar la diferencia en la lucha contra el sinhogarismo?

De esta forma, haces partícipe a tu público y alimentas el vínculo que estáis creando.

Participación

La participación es clave para transformar ese compromiso en acción.

Una buena idea para empezar es hacer una revisión de los objetivos de la organización y los pasos necesarios para alcanzarlos. Después, con esos objetivos en mente, planificar contenidos específicos con una perspectiva que dé prioridad a la audiencia y su participación.

Una forma podría ser lanzar una campaña de donaciones, por ejemplo, pidiendo abrigos o mantas, y luego mostrar en vídeo cómo están impactando positivamente estos apoyos.

Lo difícil en la comunicación en redes sociales no es tanto elaborar contenidos como generar conversación. Es un gran reto para las ONG, ya que normalmente cuesta provocarla, excepto cuando el contenido tiene una alta carga emocional, es de gran actualidad u origina algún tipo de controversia política.

Generar conversación en las redes es primordial para aumentar el impacto del tercer sector. La concienciación y sensibilización son los cimientos, mientras que la interacción y la participación transforman a los usuarios pasivos en una comunidad activa y comprometida con la causa. Cuando esto no se consigue, es obvia la ausencia de conversación y ello provoca el distanciamiento, incluso con la propia base social. Por ello, trabajar este aspecto traerá consigo un aumento del interés, aumento de las donaciones, y un mayor apoyo y capacidad de difusión.