Cinco razones para tener un plan de captación de fondos
Mar 22, 2016Agustín Pérez, director de Ágora Social
Trabajar con un plan puede mejorar mucho tus resultados. Es la hoja de ruta que necesitas para alcanzar tus objetivos. Veamos algunas razones por las que merece la pena dedicarle cierto tiempo.
Te indica cuáles son las prioridades. Puedes hacer muchas cosas para recaudar fondos. Seguro que tienes un amplio repertorio de ideas. Tus escasos recursos no te permiten ponerlas en práctica todas. Ahora bien, ¿cuáles escoger? Una vez elegidas, ¿cuál es el momento más adecuado para llevarlas a cabo? Si no tienes muy claro qué acciones te convienen más y cuándo deben hacerse, lo más probable es que te disperses en multitud de proyectos, algunos de los cuales quedarán inconclusos y otros tendrán un coste de oportunidad demasiado elevado. Tienes un tiempo, una energía y un presupuesto limitados. No los desperdicies tirando a todo lo que se mueve. Inviértelos en lo que consideres que puede resultar más remunerador y dosifica tus esfuerzos en función de la importancia que reviste cada acción.
Te ayuda a tener un flujo de trabajo manejable. Si trabajas con un calendario de acciones evitarás solapamientos y reducirás las probabilidades de que el trabajo te desborde. Si, por ejemplo, planeas organizar un evento complejo que sabes que puede dar más trabajo a causa de posibles imprevistos, puedes programarlo en un momento en que no estés hasta arriba con otras actividades. No dejes que el caos se adueñe de tu trabajo y el estrés te queme.
Te protege de las ideas inopinadas. Tal vez hayas experimentado alguna vez que la dirección o algún miembro de la junta o patronato se entrometa en tu trabajo con alguna idea que no te parece muy afortunada. Y no te queda otra que hacerle caso. Así, te ves trabajando duramente en algo en lo que no crees mucho. Con un plan, siempre puedes oponerte a esas felices ideas aduciendo que están previstas otras actividades que consumirán todo tu tiempo y que se ajustan más a la estrategia que esa misma dirección y el órgano de gobierno han aprobado.
Te aboca a una actitud proactiva. Cuando yo era un recaudador de fondos novel, siempre andaba a la que salta, esperando actuar ante cualquier atisbo de oportunidad que encontrara a mi paso. Tenía algunas ideas en mente sobre lo que se podría hacer, pero no pasaban de ser un puñado de acciones a corto plazo que no me llevarían muy lejos. Por eso siempre estaba abierto a seguir cualquier pista que hallara. Esto hacía que enfocara mi trabajo de forma fundamentalmente reactiva. Dependía en exceso de las ideas u ocasiones que surgen de improviso. Como es natural, este planteamiento táctico, con mucha dispersión y pocos efectos sinérgicos entre las diferentes acciones, no producía más que resultados mediocres. La cosa cambió cuando empecé a adoptar líneas de acción sistemáticas y consistentes, con una visión más clara de cuáles eran las mejores bazas para la organización.
Favorece que confíen en ti. Cuando se trabaja por objetivos y se comprueba que estos se cumplen en un grado importante, la dirección te dará más alas para trabajar como tú quieras y tendrá menos dudas a la hora de asignarte los recurso que requieres. Si les demuestras que eres capaz de alcanzar tus objetivos, no se meterán en cómo lo hagas. Un buen plan inspira confianza. Permitirá evaluar tu trabajo con objetividad. Si todo va bien, te permitirá ganar influencia y mejores condiciones.
Suscríbete a nuestro blog
Recibe semanalmente contenido de nuestro blog con ideas, recursos y consejos sobre fundraising, gestión de organizaciones y comunicación para entidades del tercer sector.