4 preguntas que debes hacer antes de aceptar un puesto de fundraiser
Jul 06, 2023Por Agustín Pérez, director de Ágora Social.
He participado en numerosas entrevistas de selección de recaudadores de fondos. En la mayor parte de los casos, el/la candidata/a no hace preguntas sobre lo que se va a encontrar. Suelen hacer algunas preguntas sobre las condiciones laborales y pocas veces se interesan sobre qué expectativas se tienen.
Tratándose de un puesto en el que se suele ser exigente en cuanto a los objetivos a cumplir, creo que conviene formular estas cuatro preguntas:
¿Cuánto se recaudó el pasado año y cuánto se espera que se recaude el primer año en que yo ocupe el puesto?
La respuesta te permitirá evaluar si el objetivo que pretenden asignarte es o no es realista. Naturalmente, para valorarlo tienes que saber si lo tienes que cubrir tú solo/a o si es un objetivo de equipo. Imagínate que te dicen que tú tienes que duplicar en un año la recaudación, que el pasado año alcanzó los 200.000 €. Esto suena a poco realista. Aunque antes de juzgar que es así, escucha las respuestas a las siguientes preguntas.
¿Cuáles son las prioridades estratégicas en este momento?
La respuesta te permitirá apreciar si la organización tiene un planteamiento continuista o si está en fase de expansión. En este caso, trata de saber si la organización sabe cuánto dinero u otros recursos necesitará y para qué en concreto. Si tiene objetivos ambiciosos, al menos debe tener una idea precisa de para qué quiere crecer. Trabajarás más fácilmente y con mayor motivación si sabes en qué se van a traducir tus esfuerzos de recaudación.
¿Cuál es el foco principal del plan de captación de fondos?
Podrás confiar más en tu capacidad para alcanzar los objetivos si la organización tiene un plan consistente. Ahora bien, lo más probable es que no lo tenga y que sea precisamente uno de tus primeros cometidos. En tal caso, deberías observar que el objetivo de recaudación debe revisarse de acuerdo con tal plan. Al hacer este, se parte de necesidades precisas y de un análisis de la situación, luego se fijan los objetivos y tras ello las estrategias para alcanzarlos, que pueden implicar cierta inversión de recursos económicos, humanos y técnicos. Si no la hay, habría que rebajar las expectativas.
¿Cuántas veces ha sido cubierto este puesto en los últimos cuatro años?
Si te dicen que ha habido dos o más personas que lo han desempeñado, indaga en por qué ya no están. Una rotación tal puede ser signo de que no eligieron a las personas adecuadas, pero también de que, aun siendo competentes, se quemaron muy pronto. Lo ideal es que sucedas a una persona que pueda ayudarte a aterrizar. Si es un puesto de nueva creación, no hay de qué preocuparse.
Estas preguntas son tanto más importantes cuando vas a cambiar de organización. Si lo haces porque vas a ganar más, te librarás de un superior que no te gusta o esperas desarrollarte profesionalmente, piensa que puedes durar poco en el nuevo puesto si los responsables de la organización tienen expectativas irrealistas o provocan un ambiente tóxico.
Incluso si estás en situación de desempleo, conviene que hagas estas preguntas porque aceptar a ciegas el puesto puede representar un coste de oportunidad muy elevado.
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